Seguridad en la manipulación de comidas y bebidas en un restaurante

Seguridad en la manipulación de comidas y bebidas en un restaurante

Antes de establecer qué prácticas son correctas y cuáles son inapropiadas durante la manipulación de alimentos y bebidas en un restaurante definamos lo que es una “intoxicación alimentaria”. Es una enfermedad que proviene de comer alimentos sucios, en mal estado o contaminados. Tal infección es transmitida por bacterias, virus o parásitos de alimentos de alto riesgo como la carne cruda o poco cocida. También la comida preparada con las manos sin lavar puede provocar estas enfermedades estomacales.

Una serie de enfermedades o muertes es lo último que un restaurante quiere conseguir, por eso las medidas de seguridad alimentaria en estos establecimientos son cruciales para sus operaciones. Con la debida atención a los detalles y siguiendo los más estrictos protocolos internos, es posible minimizar drásticamente cualquier posibilidad de enfermedades transmitidas por los alimentos en las instalaciones de un restaurante o bar.  Laboratorio Gastronómico aconseja seguir las siguientes reglas de seguridad.

1. Limpiar

Es un componente importante de la seguridad alimentaria. A medida que vamos realizando diversas tareas en la cocina, hay que asegurarse de lavarse las manos entre ellas. El lavado de manos va más allá de un poco de agua; el proceso no debería tomar menos de 20 segundos e involucra agua caliente jabonosa, con jabón antibacterial y un secado completo. En otras palabras, no hay que lavarse las manos como lo hacen los niños, hay que lavarse como un médico que va a la cirugía, pero sin llegar hasta los codos.

El lavado debe realizarse siempre después de: usar el baño, manejar pescado crudo, carne  o aves crudas, tocar basura o platos sucios, tomar un descanso para fumar o usar el teléfono, estornudar, sonarse la nariz o toser, tocar animales, etc. En un restaurante, es esencial que todo esté limpio en todo momento. Cuando llega la hora del almuerzo o la cena, los empleados se mueven rápidamente alrededor de la cocina y los pedidos se completan bajo presión, pero no importa lo ocupado que se esté, la limpieza siempre debe ser una prioridad.

Reglas generales de limpieza en una cocina de restaurante:

  • La comida debe ser limpiada rápidamente. Los platos sucios y los residuos de alimentos nunca deben entrar en contacto con alimentos cocidos recientemente.
  • Limpiar todos los contenedores de basura a lo largo del día, eliminando las partículas de alimentos viejos o el líquido de la acumulación.
  • Lavar la vajilla con frecuencia, asegurándose de que los cuchillos, platos, cubiertos y utensilios de cocina estén siempre limpios y desinfectados.
  • Limpiar los hornos, las estufas, las tapas, las parrillas y las campanas todas las noches.
  • Despejar las áreas de preparación asegurándose de que todo lo que se encuentra en la cocina esté sellado correctamente y libre de residuos.
  • Vaciar y reemplazar las bandejas de preparación todas las noches.

2. Cocinar:

El monitoreo de la temperatura es primordial cuando se cocina. Mientras que algunas carnes, como la de res o el cordero, se pueden servir en algunos caso crudas o semicrudas (según la preparación), otras, como la carne de cerdo o pollo, siempre deben cocinarse completamente. Cuando se cocina en un restaurante se debería usar un termómetro de alimentos para asegurarse de que todos los insumos cumplan con su cocción correspondiente.

3. Enfriar:

No lleva mucho tiempo para que la comida se eche a perder. Unos pocos minutos al aire libre, cerca de la parrilla o en una mesa de preparación puede ser todo el tiempo necesario para convertir un plato que antes era adecuado de consumir en una enfermedad grave transmitida por los alimentos.

En lugar de apostar si un alimento estará bien después de un período indeterminado, acate la regla de las dos horas. En general, los alimentos perecederos o preparados deben dejarse fuera, a temperatura ambiente, por no más de dos horas antes de guardar cualquier resto en el refrigerador. Luego, la comida comienza a direccionarse a la “zona de peligro” de temperaturas que están preparadas para el crecimiento de bacterias dañinas: de 40 a 140 grados Fahrenheit.

Si sospecha que la carne, el pescado, las aves, la ensalada o cualquier otro artículo similar ha estado fuera, a la intemperie más de dos horas, hay que desecharlo de inmediato. La seguridad alimentaria básica debería tener preeminencia sobre el ahorro de unos pocos dólares en el costo de los alimentos.

4. Evitar la Contaminación Cruzada:

Para la seguridad de los alimentos, tanto cocidos como crudos nunca deben almacenarse cerca, incluso en el frigorífico. Las bacterias de los alimentos crudos pueden contaminar fácilmente los alimentos cocidos y, sin los procedimientos adecuados, las bacterias se pueden propagar extremadamente rápidamente.

Cuando almacene alimentos crudos y cocidos en el mismo espacio, designe un área de sus instalaciones de almacenamiento para alimentos crudos y otra para alimentos cocidos, preferiblemente, si es posible, utilice estanterías individuales. Y recuerde siempre mantener los alimentos crudos lo más cerca posible del suelo para evitar que goteen a otros alimentos.

Otra forma de asegurarse de no contaminar la carne cruda con alimentos fríos listos para comer y alimentos calientes es asegurarse de tener diferentes tablas de cortar. Hay que asegurarse de tener tablas de cortar y utensilios separados para los diferentes tipos de alimentos que se necesitan cortar. Los alimentos fríos como las frutas y verduras deben tener su propia tabla de cortar designada, al igual que los productos crudos de carne y aves.

Otras reglas de seguridad alimentaria en el restaurante:

1. Usar los guantes

Los guantes son imprescindibles en la cocina. Durante la hora del almuerzo o la cena, no siempre hay tiempo para lavarse las manos entre el manejo de diferentes utensilios y el tocar diferentes ingredientes, por lo que el uso de guantes desechables puede ahorrar tiempo y garantizar que toda la preparación de alimentos esté a la altura.

Los guantes son especialmente importantes en alimentos que requieren contacto directo, como preparar sándwiches o hacer una ensalada. No están diseñados para proteger las manos del cocinero de los alimentos; están destinados a proteger los alimentos de las manos del que cocina. Hay que recordar que los guantes también pueden contraer gérmenes, así que hay que cambiarlos regularmente, incluso después de tocar cualquier cosa fuera del área de preparación inmediata, y cuando se cambie de tareas en la cocina.

2. Reemplazar las herramientas desechables

Así como los guantes son desechables, las esponjas que se usan para lavar los platos, los manteles para secarlos y los trapos para limpiar las mesas. Este tipo de artículos puede ser un caldo de cultivo para gérmenes y bacterias, lo que hace que sus superficies supuestamente limpias sean mucho más sucias de lo que se cree.

En lugar de reutilizar continuamente los productos desechables o lavables, mantenga el uso al mínimo. Deseche las esponjas cada pocos días, limite los productos de papel a un solo uso y lave los trapos cada día. Estos simples pasos pueden reducir la propagación de gérmenes en su cocina, ayudándole a mantener sus instalaciones lo más limpias posible.

3. Estar pendiente de la salud de los colaboradores

En todas las industrias, ir a trabajar cuando se está enfermo puede ser no tan grave. Sin embargo, quedarse a trabajar en un restaurante o bar cuando se está enfermo es más crítico. Cocineros, camareros, gerentes, cajeros, lavaplatos, entre otros colaboradores enfermos deben mantenerse alejados de la cocina, porque pueden tener una enfermedad contagiosa que pueda causar la propagación de gérmenes.

Por eso los trabajadores del servicio de alimentos nunca deben estar en contacto con alimentos en las siguientes circunstancias:

  • Presencia de diarrea o vómitos.
  • Diagnóstico confirmado de infecciones que pueden transmitirse a través de los alimentos, como E. coli, Hepatitis A, Salmonella o Shigella.
  • Cualquier herida infectada o de cualquier tipo que no pueda ser cubierta.
  • Estornudos continuos, tos o congestión nasal.
  • La gripe, aunque no se sabe si se se puede propagar a través de los alimentos, puede hacerlo rápidamente a través de superficies contaminadas.

4. El comportamiento del empleado importa

En un restaurante, es relativamente fácil ignorar las reglas, especialmente después de un largo día. Los recipientes para los alimentos no siempre se cambian con regularidad, los condimentos frescos se mezclan con los viejos y, ocasionalmente, el cabello cae en un recipiente abierto.

Este tipo de incidentes son, por supuesto, inaceptables. Los pequeños errores son inevitables, pero reforzar los comportamientos de los empleados puede ayudar a evitar la imprudencia o la negligencia:

  • Los cocineros y todo el personal de cocina deben usar redes para el cabello.
  • También se debe cubrir el vello facial como barbas y bigotes.
  • Las uñas deben ser cortas para evitar que los alimentos se atrapen debajo de ellas.
  • Las joyas pueden transportar gérmenes, por lo que el personal debe dejar pulseras, aretes, relojes y collares en casa.

En pocas palabras, un restaurante sucio puede causar muchos problemas, desde una calidad deficiente hasta un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Al adherirse a los procedimientos y normas de seguridad alimentaria el restaurante o bar, es posible que evite problemas antes de que ocurran, así mantendrá a sus comensales saludables y felices, ¡y con ganas de volver!

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Fuente:  https://www.shopkeep.com/blog/food-and-safety-tips#step-1 

¿Cómo hacer un tratamiento responsable de los desechos en una cocina?

¿Cómo hacer un tratamiento responsable de los desechos en una cocina?

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Las 7 áreas de la cocina

N°7: Tratamiento de desperdicios

Finalmente llegamos al área que cierra el proceso de trabajo de una cocina profesional. Aquí el restaurante demuestra su consciencia ambiental y cívica, al contribuir con una comunidad más sana y limpia. Alfieri Mannarelli, asesor profesional y gerente de Laboratorio Gastronómico, explica cómo gestionar adecuadamente la etapa final del proceso productivo de un proyecto gastronómico. Conoce a fondo el área de tratamiento de desperdicios.

Clasificación de los residuos

Los desperdicios que se generan a lo largo del proceso de producción de una cocina profesional son variados, el objetivo es que cada uno de los diferentes tipos de residuos se puedan tratar de la forma más rentable y eco amigable posible. De manera general, se pueden clasificar en residuos reciclables y residuos grasos.

Dentro de la categoría reciclable se encuentran algunas categorías ya conocidas: papel, cartón, metal, vidrio y plástico. Asu vez, se puede considerar dentro de esta categoría a los residuos orgánicos pues estos pueden transformarse para servir luego como fertilizante. Actualmente más empresas del sector gastronómico están optando por estos sistemas pues supone un menor impacto ambiental que el tratamiento de desechos tradicional.

Por otro lado están los residuos grasos, generalmente aceite proveniente de freidoras y otros procesos de cocción. Estas sustancias son altamente dañinas para el medio ambiente y no deben ser desechadas a través de la alcantarilla. Actualmente, en Perú el Ministerio del Ambiente e iniciativas privadas ya están promoviendo centros de procesamiento donde el aceite usado es llevado en contenedores y transformado en biodiesel.

Áreas de donde provienen los desechos

Los desechos de la cocina se originan básicamente en tres áreas que hemos visto previamente: almacenamiento, preparación y despacho. A medida que la comida va transformándose, deja envases, restos orgánicos no utilizables, residuos que no son consumidos en su totalidad por los comensales y -algo que se debe evitar- materia prima o preparada en mal estado.

Mientras que en las áreas de preparación y despacho, es inevitable la generación de desperdicios, un mal almacenamiento tanto para productos frescos como secos, es un factor que ocasiona el deterioro de los alimentos, haciéndolos no aptos para el consumo humano. Para mantener un óptimo estándar de seguridad alimentaria y velar por la seguridad de los clientes es necesario descartar estos productos.

En el área de preparación, muchos insumos están contenidos en envases de plástico o cartón; aquí no hay mayores problemas pues la mayoría son reciclables. Sin embargo, cuando se trata de alimentos frescos, siempre hay un porcentaje que no se puede utilizar para los platillos, como la cáscara de algunas frutas o verduras. Estos residuos, también conocidos como merma, si bien siempre se producen, se pueden reducir mediante métodos más eficientes.

Ventajas de los sistemas de trituración

Los trituradores optimizan el espacio en la cocina pues se instalan debajo de un fregadero convencional. Además, al transformar los desperdicios en pequeñas partículas se reduce hasta en 85% el volumen del material a desechar. Así, el contenido de 10 bolsas de basura puede ser reducido para ocupar solo dos. Asimismo, aumenta la productividad de la cocina y evita que los desechos tengan contacto con otras áreas de la cocina.

Estos sistemas siguen un proceso simple pero efectivo. Los desperdicios son arrojados a través del fregadero, teniendo al agua como vehículo para un recorrido más fluido. Luego pasan a la unidad de procesamiento, donde son triturados y llevados hacia el compartimiento de desfogue. Aquí son compactados para separar el agua, y los residuos sólidos molidos salen hacia un contenedor de desechos finales.

De forma adicional, este método es más amigable con el medio ambiente, pues se evita la acumulación y la descomposición de la materia orgánica, lo que al mismo tiempo reduce los malos olores y la atracción de insectos o roedores. Para conocer más acerca de estos sistemas puedes consultar por las soluciones de InSinkErator.

¿Cómo reducir los desperdicios?

Disminuir la cantidad de desechos que genera una cocina es positivo tanto para la rentabilidad del negocio, como para reducir el impacto ambiental que genera la actividad de este. En las distintas etapas del proceso productivo se pueden aplicar algunas prácticas recomendadas para aprovechar al máximo los recursos y reducir la cantidad de desechos.

Compra de insumos. Para empezar, la gestión administrativa debe encargarse de hacer los pedidos de insumos de acuerdo a la demanda proyectada con la mayor precisión posible.

Rotación en almacenamiento. Seguir siempre el método FIFO (first in first out) o en español PEPS (primero en entrar, primero en salir). Al igual que hacer un estricto control de temperaturas y etiquetado, de manera que los alimentos no lleguen a su fecha de caducidad antes de usarse

Preparación eficiente. Ayuda mucho contar con equipos que aprovechen al máximo las materias primas, como los procesadores o cortadores de vegetales. Asimismo, es recomendable capacitar y motivar al personal de cocina en prácticas de preparación más eficientes.

Además de todos los beneficios mencionados, un tratamiento responsable de los desperdicios es un valor añadido al restaurante que demuestra el compromiso ambiental del proyecto gastronómico.

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Área de lavado: ¿qué exigencias supone esta etapa de la cocina?

Área de lavado: ¿qué exigencias supone esta etapa de la cocina?

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Las 7 áreas de la cocina

N°6: Lavado

Esta vez toca hablar de la etapa donde los elementos empleados en la producción, servicio y consumo de alimentos, deben prepararse para cumplir un nuevo ciclo en el restaurante. Junto a Alfieri Mannarelli, asesor profesional y gerente de Laboratorio Gastronómico, explicamos qué procesos se deben cumplir en una de las últimas áreas en el proceso de producción de una cocina profesional. Aquí te contamos todo sobre el área de lavado.

Requerimientos logísticos del área

Esta sección de la cocina requiere contar con ciertas condiciones que aseguren un correcto funcionamiento. Recordemos que es el área más húmeda del restaurante, genera vapor y ruido, por lo que también se debe cuidar que su ubicación no incomode a las otras áreas o a los clientes.

Para empezar, la planificación de la infraestructura es clave. Los pisos requieren un adecuado sistema de drenaje con una debida inclinación hacia los sumideros. En cuanto a los materiales, para las mesadas se puede utilizar mármol, granito o acero inoxidable, mientras que para los muros lo más empleado son los cerámicos.

También son necesarias suficientes conexiones de energía o gas, para hacer funcionar las máquinas, así como entradas de agua fría y caliente. Las operaciones de lavado generan aire caliente, por lo que es necesario un sistema de extracción adecuado. Otro aspecto importante es la iluminación, pues el control de calidad de la limpieza y buen estado de la vajilla requiere una observación a detalle.

Diferenciar vajilla y utensilios de cocina

Para garantizar una mayor calidad en los procesos, lo ideal es dividir las áreas en las que se lava la vajilla que se emplea para servir los alimentos y bebidas a los clientes, y un espacio dedicado a los utensilios empleados durante el proceso de producción. Es recomendable que estos no se mezclen pues el nivel de suciedad y requerimientos de limpieza pueden ser muy distintos.

El lavado de la vajilla, cubertería y cristalería, requiere un mayor cuidado pues en ciertos casos, como las copas de cristal, se trata de elementos delicados pero que al mismo tiempo necesitan cumplir con los más altos estándares de higiene e inocuidad para brindar el mejor servicio a los comensales.

Por otro lado, las ollas, bandejas y utensilios de cocina empleados durante la preparación, cocción y despacho, necesitan una limpieza más intensiva pues suelen acumular más restos de grasa. Por este motivo, los equipos y productos químicos empleados para su limpieza deben ser más fuertes.

Lavado manual y lavado mecánico

Los sistemas de lavado en los proyectos de cocina profesional suelen mecanizados a través de máquinas lavavajillas. Debido a la cantidad de personas a las que se atiende diariamente, es necesario implementar procesos eficientes que aumenten la productividad del negocio y aseguren la seguridad en todo momento. Mientras que, el lavado a mano, si bien puede significar menores costos al inicio, implica mayores riesgos.

Además de aportar en productividad, el lavado en máquina permite utilizar agua a temperaturas elevadas sin riesgos para el personal de cocina, así como reducir el riesgo de quiebre de la vajilla. Asimismo, en grandes operaciones permite ahorrar una considerable cantidad de agua y de productos de limpieza.

Aún así, en la práctica se da un lavado mixto, en el que existe un proceso de prelavado donde interviene el personal de cocina. Y también se aplica la forma manual para el lavado de ollas y utensilios, en la mayoría de casos.[

Etapas de un lavado convencional

1. Recibo de servicios sucios. Al llegar los platos, vasos y demás elementos sucios recogidos del comedor, se separan los restos de comida y se clasifican la vajilla para iniciar el proceso de lavado.

2. Prelavado. Para terminar de separar la máxima cantidad de restos de comida o capas de grasa adheridos a la vajilla, se aplican chorros de agua para optimizar los resultados del lavado mecánico.

3. Lavado en máquina. Los platos, vasos, cubiertos, y otros, colocados juntos o por separado en canastas especiales entran a la máquina de lavado. Aquí se puede programar el ciclo según sea la necesidad.

4. Disposición. La vajilla sale limpia y seca de la máquina. Es entonces cuando su ciclo de uso inicia nuevamente, pasando al área de despacho y quedar lista para cuando se requiera servir nuevamente un alimento o bebida.

Tipos de lavavajillas

Cuando se trata de lavavajillas, las mejores soluciones a la medida de cada necesidad las ofrecen Winterhalter y Hobart, que cuentan con máquinas de los siguientes tipos:

1. De capota o cúpula. Aunque ocupan un mayor espacio, son especialmente útiles para grandes volúmenes de lavado.

2. De carga frontal. Son más pequeñas y versátiles. Incluso tienen modelos especializados para vajilla, vasos o cristalería fina.

3. De arrastre o cinta. Componen grandes sistemas para cumplir con las necesidades de lavado de proyectos de gran magnitud como minas o grandes colegios.

Asimismo, al equipar el área de lavado es imprescindible contar con una grifería de acero inoxidable y que facilite las operaciones. Para ello, siempre se puede confiar en T&S y su línea especializada en cocinas profesionales.

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¿Cuáles son las temperaturas seguras para los alimentos en la cocina?

¿Cuáles son las temperaturas seguras para los alimentos en la cocina?

En un proyecto gastronómico, la seguridad y calidad de los alimentos determina en gran medida el éxito del negocio. Dentro los procesos que se dan en la cocina, el control de las temperaturas es tal vez el que requiere la mayor precisión. Por eso, en este post detallamos cuáles son las temperaturas ideales para los diferentes tipos de alimentos y áreas de la cocina.

¿Qué es la zona de peligro?

Se conoce como ‘zona de peligro’ al rango de temperaturas comprendidas entre los 4° C y 60° C. En este escenario, las bacterias encuentran un espacio ideal para reproducirse, dañando la calidad de los alimentos y poniendo en riesgo la salud de los clientes. Por tanto, los productos frescos -tanto crudos como cocinados- nunca deben permanecer a temperatura ambiente por más de una hora.

Evitar que los alimentos estén dentro de la zona de peligro es un esfuerzo que se debe mantener durante todo el proceso de producción en una cocina. Por eso, controlar la temperatura en cada etapa será un elemento crucial para ofrecer la máxima seguridad alimentaria al público consumidor.

Temperaturas de almacenamiento

A excepción de los productos que se guardan en el almacén seco, todos los alimentos deben mantenerse en refrigeración o congelados según sea el caso. Para preservar la frescura de estas materias primas la temperatura adecuada está entre los 0°C y 4°C. De esta manera, el ritmo en que se generan los microorganismos es bastante lenta como para permitir que los alimentos se mantengan en buen estado. Por su parte, los alimentos congelados, deben conservarse alrededor de los -20°C, así la proliferación de bacterias será casi nula y el producto podrá durar por más tiempo.

Un factor muy importante en cuanto al control de las temperaturas en el almacenamiento de alimentos, son los cambios de temperatura. Si recibimos el producto congelado o refrigerado, no podemos tardar más de una hora en guardarlos donde corresponde, de otra manera hay riesgo de que estos lleguen a la zona de peligro. Especialmente si la temperatura ambiente es elevada. Asimismo, si se quieren enfriar o congelar alimentos, hacerlo en el menor tiempo siempre será lo más adecuado. Consulta sobre el proceso de enfriamiento ultra rápido, conocido como ‘abatimiento’ y los equipos de la línea Afinox que se usan para este propósito.

Temperaturas de cocción

Antes de hablar sobre la cocción propiamente, es preciso señalar que durante la fase previa de preparación también hay un punto fundamental en cuanto a la temperatura. Se trata del proceso de descongelar; para lo cual la recomendación general es nunca hacerlo a temperatura ambiente, sino dentro del refrigerador o por medio del microondas Cuando se opta por la segunda, se deben cocinar los alimentos de inmediato.

Elevar la temperatura de los alimentos para cocinarlos no solo permite eliminar los microorganismos que pudieran haberse desarrollado en ellos, sino que también cambia el sabor, textura y aroma. En promedio, 65° C es la temperatura mínima en la que se eliminan la mayoría de las bacterias. Sin embargo, muchos alimentos requieren una temperatura más elevada para cocinarse por completo.

Las temperaturas seguras para la cocción de algunos de los alimentos usados con mayor frecuencia son los siguientes:

  • Carnes rojas: 65° C – 80° C.
  • Aves: 70° C – 85° C
  • Pescados: 60° C – 70° C
  • Vegetales y frutas: 85° C – 100° C
  • Sopas y guisos: 90° C – 100° C
  • Frituras: 150° C – 170° C

En caso la comida no se sirva en el momento, los alimentos preparados deben bien mantenerse en altas temperaturas (60° – 80°) o enfriarse en el menor tiempo posible para poder refrigerarse. El propósito de esto es evitar que se llegue a la temperatura de riesgo entre los 4° C y 60° C.

Temperaturas de lavado

La limpieza de los utensilios de servicio no es un detalle menor en el ciclo de la cocina. Y una temperatura adecuada en este proceso es en la mayoría de casos lo único que puede garantizar que todos los elementos que entran en contacto con los alimentos queden totalmente impecables tras su uso.

De acuerdo a los estándares internacionales de la FDA, agencia estadounidense que regula las buenas prácticas en la manipulación de alimentos, establece que las temperatura mínima del agua para el lavado de utensilios va desde 40° C en el caso de lavado manual, a cerca de 80° C cuando se emplea una máquina lavavajillas.

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Tecnología en la cocina: Merrychef y el futuro de la cocción de alimentos

Tecnología en la cocina: Merrychef y el futuro de la cocción de alimentos

Las exigencias del mercado gastronómico actual crean la necesidad de preparar y cocinar los alimentos más rápida y eficientemente. Así también, a lo largo de los años y gracias a los avances tecnológicos, se han desarrollado soluciones pensadas en la conveniencia, tanto de quienes proveen, como de quienes consumen la oferta gastronómica.

Hoy en día, un horno Merrychef de cocción acelerada es capaz de cocinar hasta 20 veces más rápido que los hornos tradicionales, sin humo ni olores. Teniendo esto como referencia, analizamos cuáles son las principales ventajas de estos nuevos sistemas y qué impacto generarán en el rol de los profesionales de la cocina y en el futuro del negocio gastronómico.

Avanzada tecnología de cocción

El desarrollo de nuevos y mejorados equipos de cocina, permiten tener listo un plato sofisticado de restaurante en el mismo tiempo que tarda un pedido de comida rápida. Los hornos de cocción acelerada Merrychef, ofrecen rapidez, resultados de calidad y eficiencia en el uso de energía; al mismo tiempo que son ideales para espacios reducidos en la cocina, gracias a su tamaño compacto.

En restaurantes de constante demanda, un horno que cocine más rápido y mejor es el aliado ideal para elevar la productividad. Esta tecnología cuenta con variadas modalidades programables para lograr diferentes resultados según se requiera. De esta manera, se puede hornear, gratinar, tostar, regenerar y darle distintos niveles de cocción a cada plato.

Además de su gran velocidad para obtener productos terminados, una característica que destaca de los hornos Merrychef es su asombrosa facilidad de uso. Solo se necesita introducir los alimentos crudos, seleccionar un modo programado y el equipo se encarga del resto. De esta forma, también permite tener menos personal en la cocina, pues la máquina entrega platillos acabados sin necesitar la intervención de una persona.

Hacia una automatización de la cocina

En este punto es donde hay cierta controversia entre los progresistas y los puristas de la cocina. Por un lado, se van incorporando cada vez más avances tecnológicos para hacer una cocina más eficiente, sostenible y que vaya de acuerdo al ritmo de los consumidores. Mientras que, otros sectores consideran que al automatizar y estandarizar la producción, la cocina pierde su esencia.

Lo cierto es que estos equipos están ganando mayor presencia en la industria gastronómica, y no solo en las cadenas de comida rápida, sino en restaurantes de alta cocina. Esto debido a que ayuda a acelerar procesos y optimizar los recursos disponibles para lograr productos de excelente calidad en tiempo récord.

Como explicamos en un post anterior, la tendencia de los negocios gastronómicos es darle paso a la tecnología para mejorar sus procesos y ofrecer una mejor experiencia al usuario. Así, ya existen establecimientos en los que robots se encargan de parte o todo el proceso desde la preparación hasta el servicio de los alimentos.

Sin embargo, será finalmente el usuario quien decida si prefiere la modernidad o las formas tradicionales de la cocina. De todos modos, aunque deje las tareas operativas a los sistemas tecnológicos, el ser humano siempre estará detrás de la planificación en una cocina.

Factor humano

Gracias a la tecnología que se ha desarrollado en el campo de la gastronomía, se pueden conseguir increíbles resultados, sin embargo, la innovación y la mejora continua siempre dependerá de las personas dedicadas a la industria. Así, un chef experimentado podrá explotar todo el potencial de los equipos automatizados, hallando nuevas posibilidades en técnicas y formas de cocina.

Los hornos Merrychef son lo más avanzado en tecnología de cocción, pero aún así, siguen siendo herramientas al servicio de las personas. Son los estrategas en la gestión del negocio gastronómico quienes deberán planificar e incorporar estos nuevos sistemas al proceso completo de producción, de manera que contribuyan al éxito del negocio.

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Fuente: El Comidista – Los ‘terminators’ de la cocina en los restaurantes

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